La tierra 
Con su silencio hambriento 
Traga alrededor tus padres y amigos 
Los paisajes donde te demorabas 
Los lugares de encuentros secretos y
furtivos 
En donde advino ramalazo de felicidad 
No hay brillo que no cese 
Resplandor que otro resplandor segundo 
No eche a olvido 
No encontrarás ese libro y sus palabras 
El poema aquel o la canción 
Que alguna voz hacía delicias 
El olvido grotesco allanará agrisando 
Te fatigarán las mismas nimias escaleras 
Aún la felicidad tendrá versión escueta 
Una tras otra 
Desaparecen las estrellas de esta noche
© Carlos Alberto
Roldán

poeta, excelente incursión en la fugacidad de toda existencia y la ley del cambio, a la vez, que se cierra con un trazo maestro al actualizar con la desaparición de la estrellas todo el poema.
ResponderEliminarWalter Mondragón.