GAVIOTA
La gaviota
que
fotografié un día
de
inhóspita lucha
de
desasosiego 
mostró su
perfil al horizonte
antes de
volar.
Entonces
llegó 
el
tembladeral de tu voz.
Sin tocarlo
reedito su
sonido iracundo y tierno.
Y tu cuerpo
casi
desconocido
se acobarda
y espera
como una
mujer cerca del mar.
Todavía
sueño con tu voz
doblo la
esquina de la memoria y el salitre crece
salpica la
hondonada de la respiración
me
alcanza.         Ya no
temo
es
inevitable esperar que tu sonido oscuro atrape mi vacío
vibre en el
silencio de las horas    amortigüe mi salto
y pretenda
otra vez        llevarme.
© Mariel Monente

Gracias 😘
ResponderEliminardos palabras: me encantó. susana zazzetti.
ResponderEliminarGracias Susy
ResponderEliminarHermoso poema. Espero más, tienen magia.
ResponderEliminarHermoso y conmovedor , felicitaciones Mariel
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