ESPIRAL
Tengo frente a mí esa mirada,
esa vivacidad cristal,
ese suave color en que me espejo.
Tengo esa sonrisa anfiteatro.
Tengo ese pecho como un ropero de dos puertas.
Su olor a ducha. Su frutez.
Su voz empedernida. Su confianza.
La distancia tachada del lenguaje.
La cercanía de lo siempre mío.
Y me pierdo en la espiral
de los recuerdos sin memoria.
Y me encuentro pariendo
en otras costas, en otra soledad.
Sin anestesia. Sin edad. Sin moraleja.
Y lo comprendo todo.
© Bibi Albert
Qué exquisito maridaje de palabras y cuánta hondura.
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ResponderEliminarBello, absolutamente querida hermana.
Un abrazo grande.
Alicia Márquez
Qué bellas imágenes! Lindo homenaje a alguien que no está y al mismo tiempo sigue presente por tu poesía. Abrazo.
ResponderEliminarExcelente poema. Afuera, lo inevitable, entre sombras pujando por ver la luz.
ResponderEliminarOlga Ferrari
Muy lindo, Bibi!
ResponderEliminarMarta Rosa
Toda la nostalgia sobrecuela tu poema,
ResponderEliminarSilvia Loustau
Sabiduría en el reflejo del espejo-corazón que te alumbra.
ResponderEliminarMichou Pourtalé