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17/3/17

Poema de Bibi Albert


CARTONERAS DE ARENA

No tenemos casa
pero juntamos piedras y conchillas,
inevitablemente.

Una porque el yodo la bordó,
otra porque es igual a la de Compostela,
ésa porque la sal la pulió hasta ser de seda,
aquella por su color crepúsculo.

No tenemos dónde, pero sí con qué,
y el con qué es el instinto
de anclar el viento,
aunque sea de a pequeños
engarces nacarados.

Alguna vez
escribí que no me daba cuenta
de que sí tenía casa, de tanto juntar piedras,
y que sólo me faltaba armarla,
como a un rasti que industrializa Dios.

El poema era largo,
lo recuerdo profuso y trascendente,
pero se me perdió entre cuadernos sucumbidos
en quién sabe qué caja
de ésas en que muero de a pedazos, de a lotes.
E intentar reconstruirlo
me parece traicionarlo.

Alguien lo encontrará, lo juntará con éste,
dirá que me repito.
Y es verdad, me repito.
Porque no tenemos casa
pero insistimos en juntar las piedras, siempre, siempre.
Las mismas piedras de la misma playa
de las mismas nosotras y el mismo no tener.

Cirujas soberanas de este reino
del que nadie nos echa y sin embargo
volvemos derrotadas a aquella realidad que sí nos echa,
tal vez porque se asusta
de tantas piedras
que llevamos en las manos.


© Bibi Albert

10 comentarios:



  1. Ay! ¡Qué tremendamente bello que es este poema que te lo escuché decir en un café literario! ¡Qué tremendo!


    Beso grande,

    Alicia Márquez

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  2. Bibi me siento esa soberana de ese reina de los sin casa...aunque viva bajo un techo
    Graciela Licciardi

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  3. Siempre es un placer leerte, Bibí. Abrazo a la distancia.

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  4. Profundamente cierto, muy bien esructurado y desarrollodo, BRILLANTE.

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  5. qué hermosa metáfora de la vida !!!!
    gracias

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  6. hermosa ciruja! hay que seguir juntando los sueños de a puñaditos.
    Un abrazo

    claudia tejeda

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  7. Conmovedor. Yo tambièn junto piedras para anclar el viento.

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  8. Y ni decir que donde vaya vuelvo con piedras de a montones, tal vez edifique "mi casa" con ellas.
    !genia!

    Besosss

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  9. hermoso Bibi,"jubtando los sueños de a puñaditos"
    flora

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  10. La casa como símbolo de la presencia de la mujer en el mundo, aún de aquella a las que solo les queda juntas pedruscos, moldearlos, hacerlos a su gusto, en su necesidad de anclar en su viaje constante,
    Gracias
    Walter Mondragón

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