INSOMNIO
3.
Es cierto, tengo miedo.
Pero nunca tengo miedo.
Así que lo descubro, enharinado,
disfrazado de sábana.
No me hace ¡búuu! ni nada.
Sonríe, no se burla.
Tiene clara su meta
de bajarme el copete,
de enseñarme a pasar
por el aro encendido
de la incomodidad,
del ego bien llagado.
Tengo miedo, es verdad,
lo reconozco.
Y reconozco al miedo,
aunque nunca habíamos sido presentados.
Busco un espejo,
quiero verle la mano
haciendo cuernos detrás de mi cabeza.
Pero el espejo duerme.
Todo duerme.
Menos mi miedo y yo,
y las preguntas:
la bicicleta fija de mi alma
que me invita a pedalear por dentro mío.
Y no tengo salida.
Y no tengo salida.
© Bibi Albert
Bibi: maravilloso poema, donde el miedo camina sin miedos pero con mucha cautela. El mundo tiene miedo pero hay una bicicleta para seguir el camino. Felicitaciones.
ResponderEliminarMuy bueno, Bibi...Ah, esa biicleta fija del alma...
ResponderEliminarMe sacudió. Profundo sentido tras esa sencillez tan en superficie. Abzo PAOLANTONIO
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ResponderEliminarBellamente doloroso, Bibi.
Un abrazo,
Alicia Márquez
duele y más...con tanta `poesía siempre sale el sol. Abrazo
ResponderEliminarCristina Briante
Excelente, llegó mucho tu poema.
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
Me gustó mucho este poema, lo enharinado. el no buuu! el miedo que avanza y no. Gracias.
ResponderEliminarBello y punzante, excelente, Bibi! Me enncantan los ritmos y tu lenguaje. Cariños.
ResponderEliminarAly Corrado Mélin
Guau, no tenes salida... NO tenemos salida... Yo también, como vos, cada día al levantarme, al acostarme...tengo miedo, mucho miedo.... y sin embargo, no hay espejo que me refleje el vacío.... a veces ya ni fuerzas para ningún pedaleo más.... Gracias por el poema. Isabel Krisch
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