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25/4/13

Poema de Claudio Simiz


La bibliotecaria de mi pueblo 

La bibliotecaria de mi pueblo
dice que siempre la sorprendo
con mi paso silencioso.
Nunca me oye llegar,
nunca sabe cuándo he partido.
En las reuniones
miro cómo se encrespan las palabras,
florece la disputa;
cebo unos mates remolones,
hasta que el aire vuelve a ser transparente.
El día que me marche
ni una nota faltará en el acorde,
ni un gorrión se despeinará.
Acaso
por ahí andará mi huella.
Acaso. 

© Claudio Simiz

7 comentarios:

  1. no te creas, hasta el silencio suena y deja marcas, como tu poema.susana zazzetti

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  2. hermoso texto! que suave, simple y a la vez tan intenso!
    gracias, un abrazo, francisco

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  3. Bello poema, tan simple y tan intenso como el silencio.Abrazos
    Rosa Lía

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  4. Bellísimo, y muy nostálgico. Ese silencio y esos mates me dan ganas de estar dentro del poema. Un abrazo. Adriana Maggio

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  5. Muchas veces no hace falta decir ni una plabra, para que sepan que estás y tengan muy en cuenta tu presencia. Muchas veces, una mirada cuenta mil cuentos,una expresión del rostro dice más que mil palabras. A veces, el silencio es la mejor respuesta...
    Y tu poema no necesita decir nada más para llegar a tu corazón...
    Celina

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  6. reuníon en la biblioteca, como en los libros, silenciosa tu presencia dejará sin dudas tu huella.
    saludos
    Anahí Duzevich Bezoz

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  7. Ciertamente que andará tu huella, como eco de la fuerza de tu voz poética, Claudio.
    Aplausos, bises y un gran abrazo
    María Rosa León

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