Poema de Claudio Simiz
La bibliotecaria de mi pueblo
La bibliotecaria de mi pueblo
dice que siempre la sorprendo
con mi paso silencioso.
Nunca me oye llegar,
nunca sabe cuándo he partido.
En las reuniones
miro cómo se encrespan las palabras,
florece la disputa;
cebo unos mates remolones,
hasta que el aire vuelve a ser transparente.
El día que me marche
ni una nota faltará en el acorde,
ni un gorrión se despeinará.
Acaso
por ahí andará mi huella.
Acaso.
© Claudio Simiz
7 comentarios:
no te creas, hasta el silencio suena y deja marcas, como tu poema.susana zazzetti
hermoso texto! que suave, simple y a la vez tan intenso!
gracias, un abrazo, francisco
Bello poema, tan simple y tan intenso como el silencio.Abrazos
Rosa Lía
Bellísimo, y muy nostálgico. Ese silencio y esos mates me dan ganas de estar dentro del poema. Un abrazo. Adriana Maggio
Muchas veces no hace falta decir ni una plabra, para que sepan que estás y tengan muy en cuenta tu presencia. Muchas veces, una mirada cuenta mil cuentos,una expresión del rostro dice más que mil palabras. A veces, el silencio es la mejor respuesta...
Y tu poema no necesita decir nada más para llegar a tu corazón...
Celina
reuníon en la biblioteca, como en los libros, silenciosa tu presencia dejará sin dudas tu huella.
saludos
Anahí Duzevich Bezoz
Ciertamente que andará tu huella, como eco de la fuerza de tu voz poética, Claudio.
Aplausos, bises y un gran abrazo
María Rosa León
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