Ultima bitácora
(final)
De mástiles quebrados.
De dislocados remos.
De furtivos escualos
feroces,
inocentes.
De pura,
de
embriagada
orfandad.
De cierto astro
mareado, desastrado.
De tanta incierta,
acorazada niebla.
Acaso amanezcamos,
emerjamos
algo,
brisa,
relente,
espuma.
© Claudio Simiz
Este poema encierra la magia trágica del mar, el naufragio es tal vez el final de toda travesía,
ResponderEliminary la soledad es un nafragio permanente, del que a veces se emerge algo, como "brisa, relente,
espuma"
así se siente este hermoso (en muchos sentidos) poema
Gracias
Ignacio
Hola conpañero, siempre abrazado a la poesía. Un abrazo
ResponderEliminarRuben Amaya
ojalá sea así. Por lo pronto, lo que hay y cóo lo dijiste es fatalmente belo.
ResponderEliminarMe gusto mucho tu poema, te felicito, un abrazo. Gastón Sequeira
ResponderEliminarfuerte, de una belleza pura y trágica. todo un amanecer entre niebla y espuma. susana zazzetti.
ResponderEliminarLa vida nos maltrata, a veces. Pero es sólo eso: la Vida. Y ésa es la inspiración para el poeta, que hace que se escriban hermosos poemas, como el tuyo. ¿Qué sería de la poesía si fuésemos totalmente felices, cada día, cada hora, cada minuto?
ResponderEliminarCelina
"Acaso amanezcamos...", ¡qué bueno el final de tu poema! Me gusta mucho tu estilo, Claudio.
ResponderEliminarBello, después de la tormenta, la calma
ResponderEliminarGraciela Barbero
La tragedia se desliza por tus versos que tienen una mágica melodía, para dejar abierta esa luz de esperanza en el final.
ResponderEliminarMuy bien logrado.
Graciela Bucci
Después de tanto navegar la vida, tal vez,luego del naufragio final,la esperanza...abrazos
ResponderEliminarRosa Lía
Pintar un naufragio con palabras es solo posible para un gran poeta
ResponderEliminarmaria elena tolosa
Me gustó mucho este texto, con su lenguaje marino y su bella alegoría del naufragio y la transformación. Un abrazo. Adriana Maggio
ResponderEliminarMuerte y renacimiento, tragedia y esperanza, que ALGO nuevo emerja en este aprendizaje perpetuo que es la vida, con la poesía siempre de la mano, una abrazo, María Chapp
ResponderEliminarClaudio tu poema es la síntesis perfecta de los pasos de la vida.Gracias por trasmitir esta sensación plena...de nacerse que es vivir, morir: ir y volver.
ResponderEliminarFelicitaciones poeta.
María Paula Mones Ruiz
hermoso texto, me hace sentir la sensación de la depresión, la inacción del deseo, de la libido, ese deslizarse por la cornisa enjabonada de la real irrealidad asociando el todo a cosas resbaladizas como las cosas del mar, en el tumultoso acontecer cotidiano el cual rechazamos y escapamos para mantener la cordura o locura, intacta, plasmándonos plasmando los gritos verso a verso sobre la piel hereje del poema, el cual nos refleja y nos protege de las pedradas del mudo.
ResponderEliminarhermoso tu texto!
francisco
pd: claro que también sólo podría ser metafóricamente un naufragio...
Cierta afortunada certeza, eh Claudio. Habrá la emergencia inevitable y otra vez a escena, para jugarlo todo, como si no hubiera un saber de la muerte. Fe en el hombre que deja de yacer y se levanta...
ResponderEliminarGran abrazo.
Al modo de Ulises, el héroe griego, el poeta descubre que más allá del fingido naufragio de la palabra, ya siendo el héroe cotidiano (joiceano)será posible un sino nuevo... un algo que está en potencia, otra pregunta.
ResponderEliminarbueno, muy bueno, gracias
W.M
Al modo de Ulises, el héroe griego, el poeta descubre que más allá del fingido naufragio de la palabra, ya siendo el héroe cotidiano (joiceano)será posible un sino nuevo... un algo que está en potencia, otra pregunta.
ResponderEliminarbueno, muy bueno, gracias
W.M
"...de pura, de embriagada orfandad..."
ResponderEliminar¡Qué maravilla de imágenes en tu poema, Claudio!
Aplausos, bises y un gran abrazo
María Rosa León
Tu poema agita mareas de renacimiento y despierta el retorno a primordiales aguas donde bucea la profundidad del dolor y la belleza.
ResponderEliminarGracias!
Germana Martin