Balada del hijo enamorado
A mi hijo Lautaro
Por las nubes rebota el eco de los besos
y las arremetidas de prieta sangre nueva,
lo que rozó tu piel hoy se obstina en tus
huesos.
En tu pecho ha anidado un ave insomne y ciega,
que volará azorando celestes lejanías
donde no llega el canto, ni la poesía llega.
Sólo tu amor batiendo, enrojeciendo días
a la
gris soledad y a la negra tristeza
dejará nariz chata, desdentadas encías.
Es danza incandescente el amor cuando empieza;
los miembros palpitantes se azuzan y se celan
buscando el cielo íntimo de una plaza, o una
pieza.
Y de pronto se encienden de mosto los racimos.
Y de prisa las penas del mundo se deshielan.
Y de pudo asediarse los astros se constelan.
En el amor primero, Hijo, nos descubrimos
semilla de semilla que otra semilla encierra;
este rito ancestral es lo único que fuimos
y
seguiremos siendo: el arado y la tierra.
Maravilla !!
ResponderEliminarTan cierto y bellamente expresado
desde graciela abrazo
Arado y tierra, una excelente combinación. Para un hijo. Para el poema.
ResponderEliminarAbrazo grande, Claudio!
El lirismo puesto de manifiesto en este exelente poema, gracias por compartir
ResponderEliminarmaria elena tolosa
Profesor!
ResponderEliminarMe parece un poema muy sentido, y aprovecho para felicitarte por las Tríadas II, acabo de leerlas y quería saludarte. Un abrazo
susana rozas
¡Qué buen poema, me encantó! Además, yo, antes, diferenciaba al enamoramiento del amor pero me gustó mucho el concepto del amor cuando empieza. Gracias.
ResponderEliminarJorge Luis Estrella
"Y de pronto se encienden de mosto los racimos...", qué bellamente expresan el misterio del amor los versos de este terceto...
ResponderEliminar¡Qué lindo poema! Me gustó mucho la elección de una forma clásica para hablar del primer amor, que es un "clásico" de todos nosotros, y que, además el poema le hablara al hijo, casi como un consejo poético al calor del fuego. Muy tierno y emotivo. Un abrazo. Adriana Maggio
ResponderEliminarCuánto amor Claudio Cuánta belleza y la perfección de la naturaleza en "el arado y la tierra"
ResponderEliminarExcelente poema. Placer leerlo.
ResponderEliminarAbrazos
Elisabet
me maravillaste, claudio con tu poema pero sobre todo: " seguiremos siendo: arado y tierra". feliz año. un abrazo. susana zazzetti.
ResponderEliminarClaudio; una maravilla tu poema, bellamente expresada la hondura
ResponderEliminarde aquel sentimiento, un placer leerte!! Un abrazo, Marìa Chapp
Qué hermoso y qué sentido es tu poema, Claudio. Casi no puedo expresar cuánto de verdadero tiene, cómo aviva recuerdos no demasiado lejanos. Para guardarlo en la memori.
ResponderEliminarY es bello de toda belleza...
Celina
Lautaro, como mi nieto, y pensé en el siendo grande como tu hijo, enamorado y sintiendo de este modo, me encantó tu mirada, tu sensibilidad de poema para definir este amor...
ResponderEliminarlily Chavez
CLAUDIO, TODO EL AMOR EXPRESADO SE CONDENSA EN ESE "ARADO Y TIERRA! MAGNÍFICO POEMA!
ResponderEliminarBESOSSSSS
Arado y tierra, remate final y certero para un poema que dice tantas verdades y contiene tanta ternura!!abrazos
ResponderEliminarRosa Lía
Conmovedor poema al hijo. Y coincido con muchos: el final es maravilloso.
ResponderEliminarDariel.
Un poema que logra un clima de nostalgia y ternura, con muy buen remate.
ResponderEliminarElisa Dejistani
qué entrañable Claudio, así es,tal cual lo decís en este poema "arado y tierra" .. gracias por compartirlo
ResponderEliminar¡Qué hermoso regalo para un hijo enamorado!
ResponderEliminarHermoso poema, Claudio.
Felicitaciones y un gran abrazo.
Mariano Shifman