9/6/12

Poema de Bibi Albert


SOBREVIENEN

La alegría y la tristeza
no son nunca consecuencias.
Sobrevienen, inexplicablemente.
No son como el dolor, la bronca,
el éxtasis, la histeria.
Sobrevienen sin por qué.
Como una lluvia suave
que no moja
pero cambia la hora
y el color de los ojos.
Y nos prestan su halo.

Son emociones
que nos tocan en suerte
como que venga el colectivo pronto,
o se nos pince el ciático sin habernos movido,
o que haya nuestro número
en la liquidación de la zapatería.

Y son buenas, las dos.

Las circunstancias no se modifican
pero nosotros sí.
Sutilmente, un poquito.
La alegría
nos promete esperanza,
y nos la enciende
como una navidad en cada mano.
La tristeza nos guarda
el corazón
en terciopelo y nos invita
a ver las sombras que se besan con los techos
y a estar solos,
solos de nutritiva soledad:
Toca el violín, musicaliza el aire
la tristeza.

Las dos son gratis
y dejan dividendos
de creación, de caricias.
A veces se confunden
y son la misma cosa.
Y nos sacan a bailar
en cualquier parte.

Y la rutina
se suicida de impotencia
hasta mañana.

© Bibi Albert

8 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

de acuerdo en todo. dijiste lo que creo y no puedo. felicitaciones. susana zazzetti.

9 de junio de 2012, 14:03  
Blogger Isabel ha dicho...

Con palabras coloquiales de cosas cotidianas contás la convivencia de esta pareja. ORIGINAL, EFICAZ.lA RUTINA EL LO ÚNICO QUE SE SUICIDA. son hermosas las dos y levantan el verso.
Isabel Llorca Bosco

10 de junio de 2012, 16:32  
Blogger Isabel ha dicho...

Con palabras coloquiales de cosas cotidianas contás la convivencia de esta pareja. ORIGINAL, EFICAZ.lA RUTINA EL LO ÚNICO QUE SE SUICIDA. son hermosas las dos y levantan el verso.
Isabel Llorca Bosco

10 de junio de 2012, 16:34  
Blogger Isabel ha dicho...

Con palabras coloquiales de cosas cotidianas contás la convivencia de esta pareja. ORIGINAL, EFICAZ.lA RUTINA EL LO ÚNICO QUE SE SUICIDA. son hermosas las dos y levantan el verso.
Isabel Llorca Bosco

10 de junio de 2012, 16:34  
Blogger Mónica Angelino ha dicho...

Tu poema no se suicida ni lo toca la rutina.

Besosssssss

10 de junio de 2012, 18:39  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Así es. Entramadas las dos. Con un dejo de melancolía y una sospecha de nostalgia.

Un abrazo fuerte.

Alicia Márquez

13 de junio de 2012, 19:27  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Me encantó tu poema, Bibi. Me trajo reminiscencias del prólogo de Platero y yo, donde dice: "La alegría y la pena son gemelas cual las orejas de Platero"
Aplausos, bises y besos
María Rosa León

18 de junio de 2012, 0:50  
Anonymous Anónimo ha dicho...

David A. Sorbille dijo...
Querida Bibi: las cosas de la vida como sólo vos lo podes decir!. Un abrazo

18 de junio de 2012, 20:22  

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