PERDIDAMENTE
Mentiroso el amor, y patas cortas,
traidor y fraudulento,
embaucador, incierto, fantasioso.
Muy endeble el amor,
enclenque, frágil,
sensible a todo virus,
alfeñique el amor,
anémico y también hipocondríaco.
Hechicero el amor, de magia negra,
prestidigitador de trucos burdos o sublimes.
Bien oscuro el amor, fantasma luto
de sí mismo.
Maquiavélico, torpe, esquizofrénico.
Gana perdiendo, se revela escondiéndose.
Se lastima creyendo que se salva.
Se ahoga en su saliva.
Escapa de su sombra, huidor empedernido.
Más desciende cuanto más crecido.
Más dependiente cuanto más a su albedrío.
Victimario insaciable. Obvio y desconcertante.
Camaleón previsible. Tartamudez del alma.
Con garantía trucha y sin repuesto.
Rosa dentro de un libro, libro dentro de un mueble,
mueble abandonado en la vereda, vereda
del linyera sin recuerdos.
Negrero el amor. Prófugo eterno.
Espejo del después. Acantilado al borde
de su mapa violeta.
Sequía en plena lluvia.
Óxido en el cuchillo de promesas.
Momia que siempre sangra.
Inservible el amor, como el apéndice,
los celos y el horóscopo.
Muerte en vida, vida en muerte.
Nocivo, venenoso, el amor, dañino, grave,
lleno de consecuencias deseadas indeseadas,
de cielo sepultado,
de saqueado tesoro al final del arco iris.
Simún en el desierto de los ojos.
Craquelé, ruina, polvo, el amor.
Invento de la envidia de los ángeles.
© Bibi Albert
Bibi, tu poesía aparentemente no celebra el amor. Más tanta metáfora increíble, tanta palabra mágica, tanto invento envidioso de esos ángeles asexuados, para por fin caer (¿creer?) rendido a sus malas artes arteras, ansioso y deseoso de su dulce martirio. Por otra parte se me ocurrió como sonaría este tango en al voz rasposa de la Gata Varela. Creo que muy bien.
ResponderEliminar¡Genial, Bibi!
ResponderEliminarGracias por compartir tu palabra y tu talento con nosotros.
Aplausos, bises y besos
María Rosa León
Ay,Bibi, cuánto de cierto y cuánto de mentira, cuándo de dolor consentido, asumido, deseado.Que tremendo y duro, y real tu poema. Maravillosamente y diabólicamente bello.
ResponderEliminarCelina
Pobrecito el que se enamore, Bibi. Porquer estará condenado a todas esas calamidades. Pero más pobrecito el que como Boirges termine su vida confesando que no ha sido feliz porque tuvo miedo de amar y sufrir o de no ser amado. Rubén Vedovaldi
ResponderEliminarAy!
ResponderEliminarPobrecito el amor. Tan vapuleado.
ResponderEliminarBuenísimo el poema. Tan doloroso.
Un abrazo,
Alicia Márquez
A pesar de los golpes que reciba el amor, ahí está para seguir dando palmadas a nuestra espalda.
ResponderEliminarFelicidades
David Rosales
Qué talento mama mía!!
ResponderEliminarMi admiración de siempre.
No. ha incrementado el mismo!!!
Si te tuviera cerca haría talleres contigo.
Me conformo con leerte.
Besos!!!
Bibi:
ResponderEliminarque complicado amar, que doloroso!
y a la vez que tentador....y bello en metáforas.
Abrazos
Rosa Lía
David Antonio Sorbille dijo...
ResponderEliminarQuerida Bibi, creí que había aprendido todo sobre el amor, pero después de leer tu genial poema, veo que me faltan varias materias. Un abrazo