
VOLVER
Fue la abuela quien me despertó
a mitad de la oscuridad
para hablar contigo,
yo sabía que los muertos
regresan por agua y luz,
por eso todas las noches
bañaba mi cuerpo
lo incendiaba. “Va a regresar”
rezaba con las rodillas agrietadas,
así sucedió, toqué tus ojos
repletos de olvidos,
respiré las ausencias
que caían de tus manos,
me abracé entre tus piernas
apenas cabía en ellas,
“tengo sed” –dijiste-
dejé que bebieras de mi cuerpo
me quedé seco
ardí.
© David Rosales
David una hermosa elegía, sin duda, con una profundidad mística notable.
ResponderEliminarDavid cuanta belleza hay en tus palabras gracias por compartir este bello poema
ResponderEliminarmaria elena tolosa
Felicitaciones.Muy buen trabajo, David. Me encantó.
ResponderEliminarpoeta, hay fuerza y lucha en cada palabra, es un hermoso poema en todo su contenido y mensaje
ResponderEliminarsaludos
patricia corrales
Ese quedarse atrapado en la muerte de la mano de la ausencia.
ResponderEliminarBesossssssss
esa necesidad de entrega a quién ha dejado tanto en nuestras vidas, como la imagen y el recuerdo de la abuela, inolvidable poema
ResponderEliminarsaludos
Anahí Duzevich Bezoz