Pero cuando me nublo por dentro / suelo buscar el refugio de aquella mañana
sabiendo que amé / y hubo un tiempo / sin dobleces.
Miguel Oyarzábal
sabiendo que amé / y hubo un tiempo / sin dobleces.
Miguel Oyarzábal
Ahora que vuelvo a cantar
esas palabras olvidadas
en las cajas rotuladas del placard,
ahora cesan las guerras.
Este otoño te trae sin abrigo,
ya no soy olvido
y dejó de soplar el viento
sobre mis huellas.
Se me enjazminan las manos,
me visto de viernes,
y hago el amor,
lo amaso, lo comprimo, lo macero.
Reparable amor, éste.
Y me despierto temprano
para tener la certeza
de que esta vez no se
asesinarán las mañanas,
esta vez nadie podrá
asesinarnos
tan temprano.
© María Laura Coppié
Hermoso, amiga...ya nada puede asesinarnos tan temprano.
ResponderEliminarMariana
Qué maravilla de poema, Malala.
ResponderEliminarEscribís cada vez mejor.
Un abrazo,
Alicia Márquez
El amor hace lo suyo.
ResponderEliminarSin duda.
El amor te ha invitado a crear este poema.
Lo celebro.
Besos
"se me enjazminan las manos"
ResponderEliminarme gusta esa imagen Malala. Hasta puedo sentir el perfume en este poema.
abrazos
claudia tejeda
"ahora cesan las guerras"este Oto
ResponderEliminarño es Primavera en Tu Amor floreci
do"esta vez Nadie podra asesinar-
nos tan temprano"Bellisimo Canto
Malala,para esta mañana de 21 de
Set.,en que te leo de cara a la
ventana del jardin.Haces Honor a
Miguel ese gran enamorado de la
Vida que a veces se nubla por den
tro y nos despierta.CUATRO BESOS
de eugenia y angel
Malala, una hermosa de elegía de amor para leer bien tempranito.
ResponderEliminarcon esas manos así tan perfumadas quién podría asesinar el amor!
ResponderEliminarBesosssssssss
Buenala enjazminada, ahora que reparo me doy cuenta las pocas veces que te dije cuánto me gusta lo que escribís...
ResponderEliminarY ahora no sólo te lo digo, sino que te lo escribo: sos una grosa.
Te quiero un montonazo